diumenge, 15 de juliol del 2012

Materiales para teatro documento

«Cuando me ocupo de temas históricos lo hago interesándome, 
de manera primordial, en su relación con la actualidad.» P. Weiss

Me temo que ante la realidad tan cruda que nos está tocando vivir tendremos que desenpolvar nuestros conocimientos sobre el "teatro documento" y su formas de intervención social. Recordemos que Peter Weiss (1916), junto con autores como Hochhut, Kipphardt y Dorst, crearon el llamado «teatro documento», en los años sesenta, que trataba temas políticos e históricos con una finalidad esencialmente crítica y de denuncia, inspirándose en el modelo de teatro político y de agitación de los años veinte de Erwin Piscator.

Aunque los puntos esenciales del teatro documento fueron formulados por Peter Weiss en 1968, comienza su producción escénica con Marat/Sade, montada, en Berlín, por Swinarski, en 1964. Esta obra fue estrenada en España. en 1968, por Adolfo Marsillach, y Peter Brook realizó una versión cinematográfica de su montaje en Londres. En 1965 escribe La indagación, sobre los campos de exterminio nazis, tomando como material literario las actas de un proceso celebrado en la República Federal e le Alemania. En 1968 aparece Canto del fantoche lusitano, sobre el conflicto colonial de Portugal. El compromiso político del autor, marxista, continúa en Discurso sobre Vietnam (1968) y Trotski en el exilio (1970).

Como dice José Monleón cuando investiga “el dramaturgo se encuentre ante una historia falseadora por determinados intereses” por eso nos ha parecido poner aquí este testimonio difundido en las redes sociales y que puede servir como documento base de investigación teatral para un reflexión en las aulas. Otras ideas para reunir un buen material para escenas de teatro documento sobre los #RECORTES-SOCIALS-2012 y su repercusión en la sociedad podrían ser las siguientes:

  • Discurso del Gran Wyoming al final de una manifestación.
  • Documentos gráficos, humor, multimedia que nos ayuden a dar múltiples puntos de vista sobre la situación y que nos lleven a reflexionar sobre los diferentes tipos de denuncia "creativos versus radicales" ante los recortes.
  • Documentos diversos.
  • ...


Carta de un profesor alicantino a los mineros 12/07/2012
“Estimado compañero.
Lo primero que quiero hacer es presentarme. Me parece la mayor muestra de
deferencia por mi parte hacia ti, que lees esto. Ruego que me permitas
tutearte. Vivo a cientos de kilómetros de las cuencas mineras donde
plantáis batalla por vuestros puestos de trabajo y vuestra dignidad.
Concretamente en Alicante, en la tierra donde los casos de corrupción, para
desgracia de las personas decentes que vivimos aquí, están a la orden del
día y nos han hundido en la miseria más absoluta.

Soy profesor. O mejor dicho trabajador de la enseñanza pública, porque
siempre he tenido claro a que clase pertenezco y a cual no. Alguien que se
va a la calle como 8.000 personas más en el País Valenciano. Alguien que
sabe que su carta de despido está escrita desde enero. Alguien que ha dado
toda la energía que tenía y que no tenía en tratar de mover a un sector
donde el conformismo, la falta de conciencia de clase, el aburguesamiento,
la falta de empuje, tras años de desmovilización, nos ha llevado a donde
nos lleva a muchos: al matadero del paro, a no volver a trabajar en nuestra
profesión posiblemente.

En 30 días dejaré mi puesto de trabajo para no volver más. Puesto de
trabajo que me encantaría defender con uñas y dientes, con arrojo minero,
pero donde soy consciente que solo somos cuatro gatos los que estaríamos
dispuestos a imitaros. He llegado a llorar amargamente, como un débil, como
un derrotado, de rabia e impotencia, ante el triste panorama que se
vislumbra. Ante la desdicha de comprobar cómo las protestas que
realizábamos nosotros tenían un tinte festivo y creativo que no ha servido
para nada. El 30 de junio nos vamos a la calle. Como se dispuso en enero.
Como si no hubiéramos realizado 11 manifestaciones, tres encierros, miles
de horas de concienciación, cuatro días de huelga.... Como si siguiese
siendo enero, ese enero en el que nosotros pasamos a pagar el pato de lo
que otros habían robado, mangado y saqueado en nuestra tierra valenciana.

De todas formas, me repongo con facilidad. No me rindo. Lucho por
concienciar en mi trabajo, aunque a veces me decepcione ver que choco
contra mil paredes. Contra un colectivo donde muchos de sus miembros,
teniendo un sueldo más modesto que tú, se creen de una clase media a la que
jamás han pertenecido. La clase media no se va al paro. Eso lo sabéis muy
bien en la mina. Eso lo sabéis muy bien en Mieres, en Pola, en Cangas, en
Astorga, en Ribadesella. También en León y en el Bierzo, como en Teruel y
Aragón. Mi tarea de concienciación es dura e ingrata: soy despreciado,
insultado, menospreciado, tachado de radical y de "antiguo". Lo moderno es
hacer una manifestación con folclore. Cualquiera con dos dedos de frente ve
para que ha servido esas manifestaciones que la prensa del poder aplaude.

A casi treinta días de irme a la calle, tú tienes la culpa de haber cargado
de energía a este trabajador de la enseñanza. “¡Que exagerado!, dirás. No
creas que exagero, compañero minero. Compañero si, compañero, porque tengo
claro que tú y yo pertenecemos a la misma clase. Que yo no soy "clase
media". Soy como tú. Recibo un salario por mi trabajo, si trabajo comeré
este mes y el que viene, si me echan igual no tengo para poder comer... Nos
parecemos mucho, aunque a veces algunos piensen que no.

Y es que habéis conseguido despertar mi aprecio y mi admiración. No
exageraría si os dijera que también mi más profunda veneración. Esta vez se
me han saltado también las lágrimas, pero de orgullo. De admiración. He
seguido muy de cerca, a través de las redes, todas las movilizaciones.
Todas vuestras protestas. Viendo el coraje y el arrojo al defender vuestros
puestos de trabajo, que es lo que deberíamos hacer todos y todas en este
país.

La valentía de mirar por vuestras condiciones de vida y la de los vuestros,
en lugar de tener complejos de "que dirá la tele o que dirá la prensa". Os
han silenciado y machacado, criminalizando vuestras reivindicaciones. Pero
eso os ha dado igual, porque la prensa del poder no os da de comer.
Vosotros tenéis claro que coméis del puesto de trabajo y eso os lleva a
defenderlo como toca y a luchar como toca. Nunca los acomplejados han
conseguido nada, a la vista está en los libros de Historia que yo enseño a
mis chavales.

Sois verdaderamente admirables. Habéis declarado la huelga indefinida, sin
plantearos si perdíais un día el salario, como muchos hacían en mi centro
de trabajo, repitiendo como papagayos que “una huelga no servía para nada”.
Pero una huelga no para montar una tamborada o una marcha de la música,
sino para deleitar con música de lucha a los que apaleaban a los
estudiantes del IES Lluis Vives. A esos que, ante vosotros, se postran a
vuestros pies porque os temen. A esos sucios mercenarios del Estado que se
ensañaban con los estudiantes pero que estaban acojonados y nerviosos ante
vuestra firmeza y empuje. A esos que temblaban al oír vuestros decididos
pasos sobre las autovías del norte y del centro.

Ayer en Madrid disteis una nueva lección de dignidad. De dignidad de clase
y de dignidad como personas. Cuando os hicisteis notar en la capital del
Estado. Cuando Madrid entera y el estado supo que vuestros pies caminaban
sobre la capital. Recuerdo vuestros lemas, recuerdo lo que "no estamos
indignados, estamos hasta los cojones". Se me ha quedado grabado cuando
recriminabais a la Policía por dejar a su compañero Policía herido
desprotegido. A pesar de que son nuestros rivales, deportividad. La que
ellos no tuvieron, como las ratas que son, cuando fueron a traición a
detener a un manifestante cuando estaba cerca del autobús, entre nueve,
sonriendo de forma repugnante y haciendo comentarios despectivos ante "la
caza que habían organizado". El que es persona, actúa como tal; el que es
un miserable mercenario, también. Y todos pudimos verlo.

Sólo me queda darte, aunque no lo necesites, mis ánimos y mandarte desde
Alicante un caluroso abrazo, deseando que consigáis para vosotros y
vuestras familias todo aquello que reivindiquéis. Porque sois ejemplo. Sois
la vanguardia y el ejemplo a seguir en todas aquellas movilizaciones que
existan. Aunque los acomplejados y los alienados ladren y os insulten. Sois
el ejemplo de cientos de miles de trabajadores.
Yo trabajo en un sector en el que hay gente con vuestra misma voluntad,
pero somos pocos, de momento. Por ello, este profesor, hoy, es un alumno
con ganas de aprender de ti, de tu forma de luchar, de tu grado de
concienciación. Porque en este caso los profesores de la lucha sois
vosotros. Y nos habéis dado a todos, a todos los trabajadores y las
trabajadoras, una lección muy importante. La lección de cómo se defiende lo
propio, de solidaridad, de firmeza astur-leonesa, de valentía dinamitera,
de coraje obrero.

Simplemente, para acabar, agradecerte que hayas leído esta misiva y la
hagas llegar a todos esos “profesores de la lucha” de la minería. Aquí, un
alumno profesor que os admira y os respeta.

Un saludo cordial de un compañero, trabajador de la Enseñanza Pública,
llamado Julián Jiménez.”